Pero, ¿qué es la motivación y como podemos enfocarla para el duro reto de plantar cara al cáncer? Os daré mi opinión.
La motivación es la energía que nos predispone para la acción, emana de nuestro interior y dirige la conducta. Todos necesitamos motivos para actuar y ser nosotros mismos. A veces, buscamos esos motivos o razones en otras personas sin darnos cuenta que esa energía se encuentra en nuestro interior.
Encontrar esa motivación es una difícil tarea, quizás porque luchar contra la enfermedad nos hace sentirnos débiles y sin la energía suficiente. Pero ahí radica el cambio que debemos dar a nuestras vidas. Sin miedo al error, disfrutando de nuestros actos, dándole sentido a lo que hacemos y sintiéndolo en cada momento. Así lograremos ese estado de felicidad y bienestar capaz de liberar una energía interior que cura aquello que no imaginamos. Una satisfacción personal que dota de sentido a nuestra vida.
Cuando sientas que todo está perdido y que las cosas van a peor, es el momento de buscar una salida y hallar una motivación que te ayude a salir de ese bache. Cualquier expresión artística puede ser un ejemplo claro de motivación (la música, la pintura, la fotografía, la escritura,....). Encontrar tu propia motivación nace desde el interior. Lograrlo es un reto al que nos enfrentamos cada día, sin que esté exento de dificultades. Hallar tu camino, labrar el éxito personal, hacer realidad nuestros sueños para que dejen de ser eso, sueños.
Encuentra tu motivación, sin olvidarte de....
Ser un entusiasta. Disfruta viendo tu propia felicidad.
Cumple con tus objetivos y comparte esa felicidad de ese logro con tus seres queridos.
Compárate contigo mismo. Analiza tus éxitos y anímate a continuar.
Diviértete y Actúa. Piensa en positivo.