lunes, 27 de marzo de 2017

Dejando huella

Dejan huella personas que marcan tu vida. Huellas imborrables en la memoria.
Dejan huella detalles en un instante, recordadas durante el tiempo.
Dejan huella lo que sentimos y nos emociona.
Dejan huella la sonrisa y sus momentos.
Dejan huella decisiones valientes, aceptar sin resignación.
Dejan huella la valentía, la sinceridad, el respeto y la verdad.
Dejan huella los amigos, la familia, quienes no se arrugan ante los problemas.

Cuando habla el corazón, dejamos una huella positiva.
Deja huella tu ejemplo y tu lucha.





No me gustan las mentiras ni los que piensan una cosa y hacen otra.
No me gustan quienes engañan para conseguir un objetivo o a quienes les importa más la vida de los demás que la suya propia.
No dejan huella los cobardes, los egoístas, la comodidad.
Renegaré de la injusticia, de mirar para otro lado o del que finge.

No hay huella para ellos.









Me gusta abrazarte y recomponer las partes rotas de mi corazón. Sosegarme con tu presencia. Ver tus huellas en el camino. Vivir con tu ejemplo. 

Esa huella que se marca en cada paso, que no se borra con el tiempo. Una huella que marcará mi ánimo, mi carácter y mi vida.

Has dejado huella, por y para siempre.










Fotografía: Carmen Nuñez Feria
Texto: Javier Márquez 

lunes, 13 de marzo de 2017

La última conversación

He oído decir en muchas ocasiones y me ha llegado a invadir una sensación de culpabilidad cuando pienso en esa última conversación.

Hay cosas que no se dicen, que se posponen por un miedo irreal a decir lo que pensamos, por temor a hablar con el corazón.




Cada día que termina es una oportunidad perdida. Nos pasamos mucho tiempo buscando el momento oportuno para decir aquello que sentimos. Qué difícil es expresarlo, que lo reciba la persona a quien queremos y por quien sufrimos. Aquella persona por la que daríamos todo.

El poder de esas palabras, que se dicen y se sienten, tienen un efecto curativo. Nos permite liberar nuestra alma de aquello que guardamos tan adentro y que es tan dificil dejar salir. Y no comprendemos porqué cuesta tanto hacerlo. Nos educaron para no equivocarnos, para ser prudentes y correctos y eso nos hace vulnerables y tremendamente débiles.

¿Nos hemos preguntado, alguna vez, porqué no dijimos algo en ese preciso instante? Cuantas veces hemos perdido oportunidades. Cuantos momentos de angustia o desazón por no dar un paso adelante y vencer el muro del miedo y de la timidez.



La última conversación servirá para repetirte lo que siento. Será el último momento para llorar juntos. Sé que habrá tiempo de vencer esos temores, esa forma opaca de ocultar lo que sentimos. Habrá sido nuestra última conversación. Habrá sido nuestra despedida. Será nuestro eterno recuerdo.